El calor a la hora de conducir influye en las capacidades físicas y en el comportamiento del conductor. Es más, el 17% de los accidentes de tráfico pueden deberse a las excesivas temperaturas.
Según estudios, cuando a la temperatura del coche alcanza
los 30ºC aumenta en un 20% el riesgo de cometer errores durante la conducción y
en un 22% el tiempo de reacción. En comparación, está situación supone síntomas
similares a los que podría tener una persona con una alcoholemia de 0,5 gr/l.
La temperatura interior del coche en movimiento puede ser
entre 5 y 15 grados mayor que en el exterior. Cuando en el interior del
habitáculo estamos a 23 ºC dejamos de percibir el 3% de las señales. Este
porcentaje incrementa en función del aumento de la temperatura.
Consecuencias del exceso de calor:
- El calor puede alterar la capacidad de reacción del conducto.
- Incremento de la agresividad.
- Fatiga.
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